La pandemia de 2020 puso de manifiesto la vulnerabilidad de la cadena de suministro de Estados Unidos. Cuando una gran parte del mundo queda aislada -ya sea por emergencias sanitarias, conflictos geopolíticos o relaciones diplomáticas frías-, las complejas redes comerciales se rompen. Y eso puede provocar escasez de productos de los que dependen las familias estadounidenses. Los medicamentos son un buen ejemplo.

Más de dos tercios de las empresas experimentaron un incidente en la cadena de suministro que causó interrupciones significativas entre 2022 y 2023.

El 80 por ciento de los ingredientes farmacéuticos activos se producen en el extranjero, principalmente en China e India.

Desde 2016, las importaciones farmacéuticas a Estados Unidos desde China se han sextuplicado, con una marcada tendencia hacia el alza a partir de 2020.

Reforzar la fabricación en Puerto Rico -lo que se conoce como nearshoring- puede ayudar a salvaguardar mejor el mercado estadounidense de las interrupciones de la cadena de suministro mundial. La isla ya es un centro de fabricación de medicamentos y otros productos esenciales que se exportan al territorio continental de Estados Unidos. Seguir construyendo sobre esa base reducirá la dependencia de China, entre otros países.